LA COCCIÓN

Antes de hornear la tinaja se dejaba secar durante unos días al sol. La primera parte de este proceso era enhornar, que básicamente era transportar la tinaja hacia el interior del horno, para las tinajas más grandes y pesadas se necesitaban cuadrillas de hasta 20 personas que mediante unos cordeles atados al culo de la tinaja lo iban levantando hasta llevarla al sitio designado dentro del horno.

Para que la tinaja no se moviese se sujetaban con unos trozos de teja o de tinajas rotas, para finalmente tapar el horno por la parte de arriba con tejas a lo que llamaban encascado y cerraban la puerta con adobes.

La cocción suele dura unas 12 horas, primero se templaba el horno añadiendo leña poco a poco para que el cambio de temperatura no fuese brusco ya que se podrían romper las piezas si esto ocurriese..

Después de varias horas de ir añadiéndole más leña, saldrá la bravera, que es el fuego que sale por encima del horno. Unas 3 horas más tarde se va dejando de echar leña poco a poco para proceder al mirado del horno, si las piezas estaban incandescentes, al rojo vivo significaba que ya estaban limpias y cocidas.

Finalmente se dejaba enfriar el horno durante 3 o 4 días y se empezaba con el deshornado, que era ir sacando hacia afuera las tinajas del horno, pero aún falta un último proceso importante que era regar las tinajas durante 4 horas constantemente para que cogiesen fuerza y que no se desprendiese ningún trozo.